El primer problema que tanto llegamos a politizar y a sacar de contexto es muy sencillo. Gastamos mas de lo que ingresamos, veamos cifras. El pasado año gastamos 467.000 millones y solo ingresamos 377.000 millones, para ser una potencia europea como la que somos, gastamos 90.000 millones de más.
Con estas cifras entablamos las clásica disputa entre austeridad o inversión como medida de solución. Con una reduciríamos gasto social, simplificaríamos la estructura del Estado, eliminaríamos subvenciones, etc. Con una política de crecimiento aumentaríamos la inversión, estimularíamos en la creación de empresas, cambiaríamos el modelo productivo, etc.
No hay duda de que en España estamos cambiando tajantemente a la austeridad, o eso queremos. Pocos niegan que hemos llegado a vivir por encima del nivel de vida de países como Alemania, superándolo con creces en ocasiones. Por poner un ejemplo, tenemos una Sanidad Pública Universal totalmente insostenible. Los fármacos hasta hace poco se recetaban a cantidades disparatadas que incluso inmigrantes sin derecho a ellos lo exportaban a sus países. Nos hemos creado un Estado de Bienestar disparatado y ahora que nos pasan factura, no queremos abandonarlo pero eso si, no queremos pagar mas impuestos.
Hablando ya de la segunda cuestión, ya se estudia la posibilidad de la vuelta a las monedas nacionales. Por estimaciones iniciales si un inversor extranjero prestara dinero a España, y salieramos del euro, se le devolvería entre un 30% y un 40% menos (Según estimaciones). Esto hace que hoy en día los inversores se lo piensen dos veces antes de confiar a España su capital.
Es cierto que buena parte de las dudas sobre la irreversibilidad del euro depende de los altos cargos del euro. Lo que hay que hacer tras reformar la estructura de Estado es básicamente consolidar la unión política y fiscal, lo que viene a ser que nuestros socios europeos nos doten de liquidez para garantizar a nuestros inversores el pago a cambio de que nuestros socios tengan el control sobre los presupuestos generales. Poniendo el cascabel al gato garantizaríamos la mutilación del despilfarro y del mangoneo de guante blanco que existe en nuestro país. Un país como Alemania que ha vivido en sus posibilidades y que ha luchado para llegar a donde está, tenga que rescatar a un país como el nuestro que ha gastado como ha querido y a rienda suelta, no es gratis.
¿Y cómo es que ya con el rescate a la vuelta de la esquina, hace dos semanas nuestra prima de riesgo rozaba máximos históricos? ¿Tiene mas culpa la reversibilidad del euro o la poca sostenibilidad de las finanzas públicas? El FMI ha calculado que aproximadamente 150 de los 500pb son a causa de una hipotética vuelta a la peseta. Dos terceras partes de nuestra prima de riesgo se corresponde a que gastamos mas de lo que ingresamos y eso es sólo y exclusivamente nuestra culpa. Quién lo diría, solo una tercera parte se corresponde a los malvados mercados y a nuestros socios europeos.
Como duele oir que la culpa de nuestro malestar no corresponde al de al lado, pero a veces hay que tragarse el orgullo y no echarle los platos rotos al vecino.
